Parte2: "Mini Capítulo"2

-Deberíamos entrar- dijo luego de un momento de estar abrazados.

-Buena idea, linda-dije y la tomé de la mano.

Mis padres habían vencido a la pareja de Cali, y estaban recibiendo una cinta azul, me sorprendió un poco verlos bailar después de tanto tiempo, quiero decir, bailaban en casa, pero desde hacían algunos años no los veía tan entusiasmados; aunque me alegró mucho.

-Hijo- dijo mamá aún jadeando- será mejor que salgamos de aquí, por que te aseguro que si voy a la pista nuevamente, de allá no salgo hasta que cierre el local.

-Será mejor que continuemos, aún es temprano y sólo podemos estar hasta las 9:00. Disfrutemos los cuatro- dijo papá.

Salimos de aquél salón y caminamos hasta una dulcería, pedimos algunos brownies y nos sentamos en una mesa que estaba al aire libre, está de más decir que eso fue como estar en un interrogatorio pues no pararon de bombardearme con preguntas.

Conté todo, o casi todo, lo que había hecho y dejado de hacer, ellos me escucharon como si de algo muy importante se tratara, hasta que llegaron los brownies y fue mi turno de interrogarlos.

-Pa, ¿cómo está mi Nieve?

-Pues- su rostro se contrajo un poco- ella no está en su mejor momento, está ya muy débil, pero bien.

Eso no me convenció para nada, observé a Mary y a mamá y ella dirigian la mirada a otro lugar, tocaban su cabello y Mary buscaba algo en sus manos, pero no lograba encontrarlo.
Repentínamente llegó a mi mente la idea de que mi abu estaba mal. Pero en ese momento no podía preguntar eso, necesitaba ir a verla yo mismo, pero sería imposible por algunas semanas.

La forma en la que actuaban no me ayudaba en absoluto, cuando terminaron de saborear lo que comían y pagaron la cuenta, sugerí ir al parque a dar un paseo, pues hacia mucho tiempo que no estaba por esos lares. Aceptaron.

Con el silencio como compañero paseamos por aquella avenida, hasta doblar una esquina que nos conducía al parque, las ramas de los árboles bailoteaban en dirección al viento, las estrellas estaban en el cielo, pero solas, esta vez no había luna.

Mis padres se adelantaron y nos dejaron a Mary y a mí solos, por un sendero caminamos hasta encontrar bancas donde sentarnos.

-¿Te sientes mejor?- dijo ella.

-Algo- respondí.

Nos quedamos contemplándonos durante unos minutos, sin decir nada, sin pensar nada, sólo contemplarnos, en esa parte del parque no había mucha iluminación, pero no necesitaba de ninguna luz para saber cómo era el angelical rostro de Mary, podría pintarlo con los ojos cerrados. Me sabía la ubicación de sus 9 pecas, eran las únicas que tenía y eran casi indetectables, pasé la mano por aquel rostro de porcelana, ví sus ojos que no sé cómo pero brillaban siempre, ese azul que nunca se apagaba, casi tan profundos como lo que sentía por ella.

-En serio te extrañé- dijo poniendo su rostro en mi pecho- espero que regreses pronto, pero recuperado. Por favor no te rindas,Joey, tienes mi apoyo, cuenta con ello.

Sus rizos amoriguaron su voz. Sólo la rodeé con lo brazos hasta que papá me informó que era hora de regresar.

Una Hermosa tarde había concluido y era hora de regresar. no quería que se fueran, pero no había opción, hasta que...

-Papá

-Dime, hijo

-¿Cómo regresarán si son 5 horas en auto? llegarán de magrugada y es algo peligroso.

-No te preocupes, nos quedaremos en un hotel cerca de las afueras de la ciudad.

Rayos, se irán igual