miércoles, 3 de marzo de 2010

"Mini capítulo" 8

Me dolió tanto ver a Mary salir por la puerta, ella con su sola presencia, me proporcionaba cierta fuerza, fuerza que necesitaba más que nunca.

-¿Realmente tienes que irte?- le pregunté.

-Eso creo- dijo mirándo el carro de sus padres.

-Y ¿no puedes quedarte?, sólo por esta noche.

-¿Puedo?- le dijo a su mamá que sonrió y asintió con la cabeza.

-Gracias, muchas gracias.- le dije a sus padres y corrí al auto a despedirme de ellos.

Mary y yo teníamos tanta confianza que nos quedábamos constantemente a dormir en la casa del otro en el mismo cuarto, pero jamás en la misma cama; o bien , casi nunca en la misma cama.

- Te traeremos algo de ropa y tu neceser, cariño.- le dijo su mamá y en veinte minutos estaban de vuelta en la puerta de mi casa.

-Mary...- le dije- de veras perdóname.

-Joey...- ahora ella lloraba-Fué mi culpa, totalmente.

-Yo cedí tontamente- me acerqué- vamos arriba, puedes tomar la cama, yo dormiré en mi sofá cama.

La dejé sola para que se duchara. Llamé a papá, que se quedaría en lo de mi abuela, gracias a mi estupidez y mi falta de interés por mi salud terminé afectando la salud de otros.Contestó.

-Aló

-Papá, ¿cómo sigue la abuela?- le dije.

-Tranquilo, ella está mejor ahora que sabe que estás mejor- respondió-¿quieres que la ponga al teléfono.

-No, prefiero ir a su casa- le dije.

-Bien, buenas noches, hijo- se despidió- dale un beso a tu mamá de mi parte ¿si?

-OK papá- le dije- te amo.

-y yo -y cortó.

Entré de inmediato a la habitación de mamá y le di dos besos. Ella sólo me dijo

-Mami te ama.

Supondo que eso me decía cuando yo estaba pequeñito. Cuando Mary desocupó mi habitación me duché y me vestí a la velocidad de un caracol. Le dije que pasara y que tomara mi cama.

-Claro que no, duerme tú aquí y yo en el sofá.

-Mary, por favor, hasta le cambié las sábanas.-le reclamé.

-No- se volvió a negar.

-Entonces dormiremos los dos en el sofa-dije decidido.

-Tú no dormirás en el sofá-dijo ella- dormirás en tu cama.

-¿Que tal si ambos dormimos en la cama?-se ruborizó- es grande.

Me senté en el borde y dí una palmadita de la misma para que se sentara. dudó un momento, pero se sentó.Rodeé sus hombros con mi brazo y la acerqué a mi cuerpo, ella apoyó su cabeza en mi pecho y empezó a cantar My best friend de Tim McGraw.Cuando terminó de cantar yo ya estaba llorando.

-Esa canción se acerca mucho a lo que siento por tí, Mary-le dije.

-Será nuestra canción de ahora en adelante, ¿ te parece?- susurró ella.

-Seguro, hasta que encontremos otra mejor- la rodeé con el otro brazo- gracias Mary.

-¿ Por?

-Ser la mejor amiga que podría desear alguien- la besé muchas veces la cabeza.

Apoyé la mejilla en la coronilla de su cabeza y ella se durmió en mis brazos. Yo me quedé despiertotoda la noche, velando el sueño de mi Mary, olvidando lo que debía ser olvidado y pensando en lo que haría al momento de regresar a la institución de rehabilitación, aunque con el apoyo de todos tal vez será más fácil, pero le temía al síndrome de abstinencia, las náuseas que me provocaban eran horribles, pero sé que vale la pena y yo sé que si quiero dejarlo y esta vez para siempre, podré.

mary accedió a acompañarme a lo de mi abuela, ella estába muy frágil, cuando la vimos, hasta de pié se puso para recibirnos, su casa estaba a dos horas de la mía y casi todas las semanas la visitaba, pero no ultimamente.

-¡Chispita de chocolate!- dijo algo temblorosa.

-Cabello de nieve- le dije- cómo la quiero.

-Cielito, dame un abrazo- me dijo y la abrazé con un poco de miedo a apretarla demasiado, sus huesos no estaban en su mejor condición.

-Mary, linda ven aquí- Abrazó a Mary muy afectuosamente, como si también fuera su nieta.

Nos quedamos toda la mañana y ella me dijo justo cuando me despedía.

-Joey, espero que cuides a esa niña, creo que te ama y mucho.

-¿Cómo lo sabe?- le pregunté- ella le dijo.

-No cariño, simplemente lo irradia. Ten cuidado de hacerle daño; es muy buena persona y no se lo merece.

- Lo haré-le sonreí- la veo después.

-Adios Chocolatito.- me dijoy yo le lanzé un beso.

Dejé a Mary en su casa y le dije

-Nos vemos en la escuela.

-OK!- se despidió y entró a su casa.

Mientras manejaba me dí cuenta de que lo que sentía por Mary, no era una simmple amistad, era amor. Amába a Mary, la amaba. Ese sentimiento hacia ella era tan puro que no podía ser nada más que amor, del bueno, del verdadero, del más puro; ese que sólo se consigue cuando conoces lo suficiente a alguien. Me reí solo.

-¡Amo a Mary!- grité dentro del auto.

Pero ¿cómo se lo iba a decir?

1 comentario:

  1. hay que lindo capi nicuu!!! dios ya quiero el que sigue, esta hermoso jaja... bueno simplemente me encantó que bueno que está aceptanfo la ayuda ok nos leemos pronto, besotes

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