viernes, 26 de febrero de 2010

" Mini Capítulo" 4

Regresamos a casa luego de que me curaran la herida y me suturaron algunos puntos. No me sentía mal por mi mano, de hecho, comenzé a reír cuando ví a papá preocupado cuando enntró a la sala en el hospital, era gracioso...

recuerdo haber llegado y luego, despertar. Pero era de noche y no había nadie en casa, llamé a Mary y le pedí que viniera. Sonó el timbre unos minutos después, fui a abrir la puerta y Mary me saludó:

-¡Hey!, ¿estás bien?

-Si, sólo fue una cortada.

-¿Seguro?, te vés algo pálido- dijo.

- No es nada, pasa-le pedí.

Se quedó en mi casa hasta la media noche, hablando de cosas tontas, como acostumbrábamos. Se fué cuando llegaron mamá y papá y se ofrecieron a llevarla, por que al parecer, la trajo su papá y no quería despertarlo.
Mientras estaba sólo intenté no pensar en nada, pero eso fue dificil.

La senama siguiente, pasó de lo más lenta, Ibeth y Robert, estaban saliendo, Ainoa seguía siendo la estudiante estrella de Campillo por lo cual siempre le pedía ayuda con geografía, Adrian, por otra parte seguía perdido en su mundo de fantasía, aunque lo de director de cine le vendría bien no dejaba la estúpida videofilmadora por ninguna razón.
Mary, por su parte, se ocupó de mantenerme vivo, ella siempre tiene algo bueno para decirme, aunque todo vaya muy mal. y el resto de la escuela, seguia saludándome de "hola y adios".
No sé por qué lo hacen, pero lo que menos quería era hablar. Por eso dejé de ir a almorzar y de encontrarme con alguien en las tardes y noche, me la pasaba en mi cuarto para evitar hacer lo inevitable. Pero es sábado me quebré y en serio.

Tomé el dinero que guardaba en cajón de mi baño. Estube guardándolo durante 1 mes para una Moto Jaguar Concept. Tenía un auto decente, un BMW X6, pero terminé haciendo un trueque con el de mamá, su Cadillac Escalade era más de mi estilo. Pero la motocicleta es algo diferente, la velocidad la podía sentir mejór con ella y al ver el modelo, me propuse comprarla... con una ayudita de papá y mamá. ¡Más de medio millon de dólares es demasiado! Tal vez en unos años la conseguría...

Ese dinero que, supuestamente, tenía que estár en el banco, en una plazo fijo, ahora estaba camino al mercado de la felicidad efímera... gasté casi mil dólares pero esta vez, coseguí además de éxtasis, LSD y cocaína...

Continué con el éxtasis, porque mi cuerpo me lo pedía, al parecer, después de todo no lo podía dejar si quería, la droga me controlaba.Estuve más de un mes consumiendo en secreto, pero cuando me quedé sin dinero en efectivo me desesperé.
No me quedó más opción que tomar dinero de la cartera de papá y comprar más droga.
Me tragué muchísimas píldoras, ni siquiera las conté, sólo me las llevé a la boca y regresé a casa.

Al entrar mamá solró un suspiró

-Marc, ya llegó- y luego papá salio de la cocina.

-Hijo, queremos hablar contigo- empezó papá.

Nos dirijimos a la sala los tres y luego tomamos asiento.Tenía la corazonada de que algo malo estaba por suceder, pero se borró al instante porque tuve ganas de gritar, aunque traté de gusrdármelas.

- Joey- empezó mamá- te amamos, siempre lo hemos hecho y no hay nada en este universo que pueda cambiar eso.

-Queremos saber qué ocurre contigo- continuó papá, que estaba fente a mí, y sostenía la mano de mamá- todos tus amigos nos han pedido que hablemos por ellos porque sienten que se han distanciado, tú ya no les dirijes la palabra y nunca quieres salir de tu cuarto, no respondes las citaciones que te da nadie y te has olvidado de Mary, es más, parece que vivimos con un extraño, no nos acompañas en las cenas, ni a visitar a nadie.

-No me ocurre nada- respondí algo resentido-es sólo que he cambiado.

-¿Pero tan radicalmente?- dijo mamá.

-Mira, no queremos invadir tu espacio, pero puedes confiar en nosotros, tienes nuestra atención siempre quieras, algo extraño está pasando y queremos ayudar.- dijo papá.

-Esta bien, pero no me presionen- dije para evitar que sospecharan algo.

-Muy bien iremos a dormir, pero llamanos por cualquier cosa.-dijo mamá.

-¿Puedo ir a lo de Mary?- pregunté al ver que no eran más de las 8

-Por supuesto- dijo mamá- ella debe pensar que la detestas.

Sin decir nada más, tomé el carro de mamá, osea el mío y fuí a lo de Mary, estaba 100% seguro de que ellafue la que les comentó algo a papá, ella me las iba a pagar, la furia recorría mi cuerpo y la adrenalina se movía a mil por hora en mi sangre. La velocidad me permitió llegar en un minuto e intenté no romper la puerta del carro al cerrarla.

Caminé hasta la entrada de la casa y toqué el timbre, abrió Mary, y al parecer, estaba sola, porque sólo estaba su auto, el cual nunca manejaba, amenos que fuera una emergencia.

-¡Hola Joey!- gritó y se abalanzó sobre mí. Tomé sus brazos para que no me rodearan y con su cara a pocos centímetros la miré a sus profundos ojos azules y le dije con frialdad.

-Tenemos que hablar.


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