domingo, 23 de mayo de 2010

Entre felicidad y tristeza Cap 5 Parte 1

Me revolví en las sábanas de su cama, intentando abrir un hueco en la cama y que ella saliera de allí.


-Por mi culpa estas muerta- grite, reviviendo sus ojos sin vida.


Una opción fácil era abrir la puerta corrediza y lanzarme del balcón, pero si el hecho suicidarse fuera la solución de tus problemas y pesares, me atrevería a decir que la mayoría de las personas ya se hubiese suicidado. Pero con eso no soluciono absolutamente nada. Aunque comprendo que los que acaban con su propia vida, lo hacen porque el vacío que siente no les permite seguir adelante, aunque creo que ese vacío es psicológico. Suicidarme no es una opción.


Tomé una almohada y la mordí para no sollozar mientras lloraba. Estaba en un momento de reflexión, qué se supone que puedo hacer para que la muerte de mi hermana no sea en vano. Ella era demasiado joven para estar muerta, pero no había manera en ese instante de pensar con claridad.


-Niña, tranquilícese- alguien me tocó el hombro, me giré, era mi nana- está bien que la extrañes, es tu hermana…


La abrasé y lloré más fuerte, lloré por todo y por nada, por mi efímera felicidad de socializar en medio de la dolorosa pérdida de mi hermana, lloré por el calor y por el frío. Lloré porque a mis padres no les importaba en lo más mínimo si sigo respirando o no, lloré también porque ya no sabía que hacer, mis sentimientos mezclados no ayudaban tampoco y no tenía ganas de reír.
Luego de un rato simplemente lloré.


-¿Está mejor?- me preguntó mi nana


-Gracias.


Besó mi frente y me hizo levantar de la cama, me dirigió a la cocina y me dio un vaso de jugo de uva, mi favorito. Mi nana conocía mis gustos tanto como Sherryn, y utilizaba esto para ayudarme a sobrellevar cualquier reto. Me hacía bien saber que alguna persona me conocía, conocía casi todo de mí, y aún sabiendo mis defectos me quería tal cual era, sin más ni menos.


-¿Tienes deberes?- me preguntó mi nana y negué con la cabeza- Entonces, ve a darte una ducha helada- puse los ojos como plato- ¡No me mires así!, toma una ducha y vístete con algo cómodo. Saldremos a dar un paseo.


-Esta bien- me terminé el jugo y fui a la regadera de mi habitación.


En 15 minutos ya estaba vestida con algo “cómodo” mi cabello estaba mojado y pesado, pero no me interesó, no lo sequé sólo me coloqué un laso rosa en un lado de la cabeza, para que mi flequillo me dejara ver.


-Estoy lista- le dije a mi nana.


-Ven, iremos a un lugar muy especial para mí- dijo sonriendo.

3 comentarios:

  1. ooh yo se tocar el violin! lo toco desde que tenia 8 años :) es un istrumento realmente maravilloso verdad?
    Por ahi esta lloviendo? pues aqui hace un sol radiante! jaja parece mentira que en otra parte llueva cuando aqui hace una calor impresionante..un besitoo :)
    (te sigo)

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  2. awwww
    me encanta...pobresita!!
    me lloro
    neta me encanta esta historia
    ta supeeeer!!
    :D bueno la vdd esq tus historias rockean!!
    hahahaha
    Dios te bendiga y tenga en su gloria
    Manu

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