viernes, 14 de mayo de 2010

Perte 2: Capítulo 5

-Luego de realizar todos los análisis correspondientes…pues, estás oficialmente limpio- Jillian hizo una mueca que pretendía ser una sonrisa.


-Increíble, gracias por todo- le dije.


-Tus padres te esperan abajo, les avisé-me dio un abrazo- espero no volverte a ver internado en este lugar ¿entendido?- dijo mirándome y frunciendo el ceño.


-esta bien, gracias.


Tomé mis maletas y salí me despedí de todos y Martha me susurró cuando estaba a punto de cruzar la puerta al así como “ si regresas aquí, y yo estoy; te saco los ojos”… muchacha loca.


-Adiós, los espero del otro lado- le dije a todos.


Mientras salí vi a Cole y supuse que la chica que lo acompañaba era Jess.


-Chico T- me dijo y me acerqué- esta es Jess.


-La famosa Jess- dije besando su mejilla.


-La misma, es un gusto.- su mirada era tan calma y maternal, me recordaba a mi mamá.


-Realmente es un gusto verlos, si quieren dar un paseo algún día, avísenme y tomo un vuelo para acá- les dije- los veo luego.


-¡Adiós!- me dijeron.


Las maletas eran pesadas, pero ni siquiera me inmuté en eso, sólo caminaba hasta que al fin, veo a mis padres. Ellos no me vieron, estaban de espalda, dejé las maletas y corrí donde ellos. Los abrasé, ellos se sobresaltaron pero luego me dijeron


-hijo, por fin.


Padres, yo- empecé- lo lamento tanto, fui un grandísimo tonto- mis lágrimas salieron de mis ojos, por fin me sentía completo, tenía a mis padres en un momento difícil y eso me ayudó, tenía amigos, una novia que era maravillosa, pronto entraría a la universidad y… ¡estaba limpio!


-Vamos hijo- dijo tomando las maletas- tomemos un taxi al aeropuerto, si tomamos el siguiente avión, llegaremos a casa antes del anochecer.


El vuelo fue… lento, quería llegar a casa pronto. Bajamos del avión y recuperamos las maletas, entonces ya estaba impaciente… pero mi mamá me miró y me dijo “el apuro trae cansancio”. Cierto, muy cierto.


Nos dirigimos al auto y pedí conducir.
-¿Traes tu permiso?- dijo mamá.


-no, ustedes lo tienen.


-entonces no, yo conduzco- dijo mamá.


Cuando estábamos cerca de la casa, sentí como si no la hubiese desde hacía mucho tiempo.


Mamá estacionó y papá sacó las maletas apenas se bajó del auto. Entramos a la casa y subí hasta mi alcoba, quería ver mi cama, la extrañé… abrí la puerta y al encender la luz, los chicos estaban sentados en mi cama, se levantaron y me saludaron, no lo podía creer, ¿acaso el único que no sabía que saldría ese día era yo?


-Espero que me hayas traído lo que te pedí.- dijo Adrian.


Todos se veían algo diferente, parece que habían crecido o algo.


-Tonto, te extrañé-dijo Ainoa abrazándome.


-Eres agresiva conmigo- le besé la mejilla- también eres una tonta ¡eh!


En una esquina estaba Mary, más divina que de costumbre. Sus ojos estaban tan iluminados que no me dejaban mirarlos por mucho tiempo, debía desviar la mirada, sus rizos brincaban mientras caminó hacia mí. Le rodeé con los brazos y ella a mí.


-Te extrañé mucho, preciosa- le susurré al oído, tan bajo que sólo ella podía escucharme.


-yo también, te amo.


- y yo a ti- le deje.


Me separé un poco porque la dejaría sin aire. Pensé en ese momento en lo especial que es Mary, es una de las mejores personas que he conocido, siempre dispuesta a ayudar, cariñosa y divertida; sarcástica a veces, pero muy respetuosa a la vez. Loquilla y atolondrada, sí, esa es Mary y no sé si en otra persona podría encontrar lo que encontré en ella… amor.


-vamos abajo- dijo Ainoa.


-Seguro- espeta Adrian- con mis dotes de artista ayudé en la decoración de un pastel, y quedó de película.


-Sólo digo una cosa- dijo Robert abrazando a Ibeth- no comeré nada mientras tu no lo comas, eres buen artista, pero pésimo cocinero.


-¿Creen eso de mí?- dijo fingiendo indignación, su expresión es tan real que, de no conocerlo me la creería.


Silencio sepulcral y luego un ¡sí! En coro.


-De igual manera sólo decoré- se rió Adrián.


-Bien, mucha plática, vamos abajo- dijo Mary.


Trotamos por las escaleras he hicimos mucho ruido.


EN LA COCINA


El pastel era una creación digna de estar en un museo…¡WOW!


-¿y qué tal?- dijo Adrian- está más o menos como lo imaginé, pero no pude agregarle las…


-Es tan lindo que me duele tener que comerlo- interrumpió Ainoa, todos estábamos boquiabiertos, incluso papá.


-Claro que no, es para comerlo- dijo Adrian.


Pensé en mi abuela nuevamente, a ella le fascinan los dulces y como llamándola con el pensamiento aparece por la puerta de la cocina.
Corrí hasta ella y la abrasé, con cuidado, ella era de cristal.


-Mi pequeño Joey; estás bien- dijo con voz algo temblorosa- hay algo que debo darte- me sonrió y metió su mano en su bolso, me dio una cajilla azul con un lazo naranja.


-¿Qué es?


-Ábrelo- me dijo.







2 comentarios:

  1. awww
    q padreee
    ya sta afueraa
    Amen!!
    haha
    d vdd me encanto el cap
    super lindo!!!
    :D
    Dios te bendiga
    Manu

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  2. Oh lala
    me encanttó estte capii!!
    esta geniial mas qe eso, es
    perfecto, aaahhh me encantta!!
    lo amo lo amo hahahah
    me encantó, me reqete encanto hahah
    me super encanto haha.
    posttea prontto si no qieres qe
    me muera de intriga =D
    teqq y postteaa!!
    por cierto tengo capii neuvo =D

    besOoOttes

    Andre*a

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