miércoles, 4 de agosto de 2010

y se fué, para nunca volver.


5 minutos habían pasado desde que Cassie llegó del hospital, estaba en su cama... con su esposo y su perro Polín.
Edd la había estado cuidando durante demasiado tiempo y estaba agotado físicamente, decidió darse una ducha express mientras Cassie se cambiaba de ropa.
ÉL abrió la regadera y sintió las gélidas gotas como cientos de pequeños cuchillos atravesando su piel y le gustó esa sensación, frotó el jabón por su cuerpo y el aroma a sandía que este dejaba le recordó la primera vez que vió a su esposa...
Una tarde de verano de 2005, frente a una parada de autobús, él acababa de salir de su primer día de trabajo y ella, seguía buscando uno.
Se saludaron, se hablaron y ella le invitó un trozo de sandía, de las que no se comió en el almuerzo. Ella dió un mordisco que la dejó dulcemente pegajosa, se vió tan inocente que cautivó por completo a Edd, desde ese día se hicieron inseparables.
Cerró la regadera y se colocó su bata de baño, entró a su alcoba y vió que Cassie tenía los ojos cerrados, fué a donde estaba para besarla, sintió sus labios muy fríos... demasiado.
Le tomó la muñeca bustacndo algún laido de aliento que no encontró, el amor de su vida se le fue en cuerpo, mas no en alma.

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