En la esquina de un cuarto de hospital, estaba Sandra, una chica de la caridad, que se había enfermado de odio y rencor. Tumbada en el piso estaba, llorando a más no poder, con una bata rasgada y mucho dolor...
En su día número tres, le avisaron que tenia que ir al psiquiatra, su condición de dolor era más del psiquis que del physic.
- irás a la sala tres- le dijo la enfermera, queriendo sin más preámbulos liberarse de ella.
días habían pasado y con un pequeño empujón, Sandra del hospital salió, intentando recordar el número de su mamá para que le buscara.
Con ayuda y con Amor, su madre le devolvió la esperanza de que algún día le arrebataron.
Un día en su universidad, en la clase de apreciación musical, un muchacho de su facultad, se acercó a ella y le susurró el nombre de una canción, muy quedo ella cantó el coro y él le acompañó...
Era su canción favorita, aquella que nadie conocía, porque ella nunca la escuchaba en público, con miedo lo miró, y en su cabeza observó el cabello de rulos que tanto esperó...
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